Yo no hablo de seguros de vida cuando estoy tomando algo con mis amigos.
Porque hablar de este tema no es lo más divertido del mundo, todos lo sabemos.Pero si lo piensas bien,un seguro de vida no es para ti, es para los tuyos. Es una forma de asegurarte de que, si un día tú faltas, las personas que más quieres puedan seguir adelante con menos preocupaciones económicas.
¿Pero que narices es?
-Eso es lo que me quieren vender en el banco…
-Pero, ¿sabes realmente lo que es
Un seguro de vida es un seguro normal en el que tú pagas una cantidad (puede ser mensual, trimestral o anual) y, si falleces o te ocurre algo grave como una invalidez permanente, la aseguradora paga una cantidad acordada a tus beneficiarios.
¿Cuándo tiene sentido contratar uno?
No todo el mundo lo necesita, pero hay situaciones en las que tiene mucho sentido:
- Tienes hijos pequeños o personas que dependen de ti.
- Tienes una hipoteca u otros préstamos importantes.
- Eres autónomo y tu ingreso es la base del hogar.
- Quieres dejar tranquilidad económica a tu pareja o familia.
¿Qué cubre un seguro de vida?
Depende del tipo de póliza, pero lo más habitual es que cubra:
- Fallecimiento: la aseguradora paga a tus beneficiarios.
- Invalidez absoluta y permanente: si no puedes trabajar más, te lo pagan a ti.
- Enfermedades graves (opcional): algunas pólizas permiten añadir esta cobertura.
¿Y cuánto cuesta?
Depende de muchos factores: tu edad, tu estado de salud, el capital que quieres asegurar o de si haces el pino a dos dedos en tus ratos libres.
Pero para que te hagas una idea:
- Una persona de 30 años puede tener un seguro de vida de 100.000 € por menos de 10 €/mes.
- A medida que se cumplen años, el precio sube.
¿Y si no fallezco?
Mucha gente se pregunta: «¿Y si no me pasa nada? ¿He tirado el dinero?»
No, no lo has tirado. Has estado cubierto. Es como pagar por un extintor que, afortunadamente, nunca has usado.
¿Quieres saber cuánto te costaría a ti?